viernes, 18 de febrero de 2011

Decisiones difíciles

Hoy ha sido una auténtica tortura de día: correr 20 minutos seguidos en gimnasia y un examen de matemáticas muy, muy difícil. Pero parece ser que los milagros existen y al final, a pesar de que yo no quería, el examen se ha trasladado al lunes.

Lo que quería realmente contarte, querido amigo, es que me mientras estaba en mi momento Forrest Gump corriendo cual liebre por el campo he estado pensando en lo que me está pasando. Estoy en una encrucijada interna por ciertas cosas que he visto y que no voy a contar (cuando tengamos más confianza te lo confieso casi todo) y que me han hecho pensar en lo que voy o no hacer. Mi decisión no está clara: no sé lo que siento ni por quién lo siento, pero me encanta lo que veo. Me encantan los detalles y que esa persona los está teniendo. Ahora me toca a mí, en mi fuero interno, saber a la perfección lo que siento y hacia quien va.

Por otro lado, no tengo mucho tiempo para ello debido a mis muchos quehaceres del colegio y exámenes que preparar. Por eso es por lo que me veo más presionada, pero nadie me presiona sino que soy yo misma quien lo provoca. Quiero tener las cosas claras y es algo que no tengo ahora mismo. Tengo que sacar tiempo de donde sea aunque no sé de dónde pero lo conseguiré.

Es un momento lleno de dudas pero, dentro de poco, si se puede y el trabajo me deja, habré tomado una decisión que cambiará o no el camino de mi vida.

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