martes, 22 de febrero de 2011

Simplemente genial

Hoy ha sido un día con una mezcla de sensaciones: ha sido raro, emotivo y especial al mismo tiempo. Todo junto. Siempre el día de mi cumpleaños ha sido un día mustio, no sólo porque los días solían ser nublados o lluviosos sino que tampoco había sido un día muy especial para mí, pero hoy ha cambiado mi manera de verlo.

A la hora del recreo, toda mi clase ha empezado a cantarme el "cumpleaños feliz", han traído un bizcocho hecho por una de mis compañeras y me han regalado una pulsera. He enrojecido por completo y me ha encantado la sorpresa, ser por un momento la protagonista, una felicitación por ahí y otra por allá. Hoy ha sido MI día. Y después, al final de una clase apasionante sobre Dante, mis amigos me han regalado: una pulsera muy moderna, unos pendientes, unas figuras de papiroflexia super curradas, una hucha para que ahorre y la tarjeta correspondiente con las felicitaciones de todos ellos. Por último mis padres me han regalado unos botines (que he llevado esta mañana), unos peluches y un libro porque aunque se cumplan ya diecisiete no hay que perder el niño que llevamos dentro.

Tengo que decir desde aquí que muchas gracias a todos por el sorpresón (os debo una muy grande), por los amigos tan buenos que tengo y que me demuestran lo mucho que me aprecian y que espero que el año que viene sea tan especial o más que éste que ya se acaba. Me tomaré un trocito de tarta a vuestra salud. Me he quedado sin palabras hoy.

Gracias!

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