martes, 2 de abril de 2013

Searching My Place

Estoy en mitad de clase sin enterarme de nada y ya ni me enfado, como solía pasar hace un tiempo atrás. Me dolía, sentía un pinchazo dentro. Ahora, nada. "Lamentable", dice todo mi ser, pero sigo sin tener algo que me motive a apartar mi mirada de este papel y la desplace a la pantalla donde se proyecta el Power Point.

Llevo tres meses cuestionándome lo que hago, si de verdad es esto lo que quiero o no. Y empezó cuando alguien plantó la semilla de la duda en mi interior. Alguien había visto algo que yo desconocía: mi probable infelicidad. Cuando me pregunté el porqué un familiar me decía que tenía la posibilidad de cambiar mi rumbo, fue la explosión de una bomba que creía haber desactivado antes de comenzar esta andadura. No era mi primera opción, y el alma estaba llena de tristeza y decepción. Me gustaba la idea, pero no me entusiasmaba. La marqué, viendo que era a lo único que podía aspirar. Y llegó septiembre vacío de energías, sin ánimo y con más ganas puestas en otros horizontes. Empecé, continué, llegaron las primeras malas noticias pero no me desanimé, y las vacaciones hicieron aparición. Estudié, y después de las pruebas, fue cuando realmente hice caso a lo que me habían dicho. Entonces comenzó la espiral de emociones, dudas, pensamientos. No lo tenía claro pero, cuanto más pasaban los días, más me daba cuenta de mi error: este no es mi sitio. No estoy a gusto sino desanimada, desilusionada, triste, rendida es como me siento. Quiero rendirme, algo que jamás me había propuesto hacer, pero siento que es lo único que me va a permitir emprender un nuevo camino, algo que realmente quiera. Por ahora no sé cuál es pero estoy descubriéndolo. Quiero ayuda en mi hallazgo porque hacerlo solo te puede desorientar, pero si un número de personas coinciden en lo mismo, ¿estarán equivocadas? No lo creo. Por eso es mejor hacerlo acompañada de gente que me conoce de verdad.

Ha sido una buena experiencia; no es un año perdido, o por lo menos no lo veo de ese modo. He aprendido cosas nuevas y he visto que este no es mi lugar. Me ha hecho descubrir algo que no había visto.
No me voy por las dificultades, cosa que pensé que podía ser la razón, sino porque este no es mi destino, no lo siento así. Si así fuera, sería feliz a pesar de las dificultades, tendría algo a lo que agarrarme en mitad de la tempestad, pero no es así. Voy a la deriva en mitad del océano y tengo que encontrar mi orilla para emprender mi camino "definitivo" en la vida.

Ahora es tiempo de reflexión mientras voy a clases que no me interesan, que no me atraen; y espero que en la reflexión alguien me ayude. Lo necesito.

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